Biblioteca de Cristales: CUARZO ROSA

Muchos lo consideran la piedra del amor pero es mucho más importante ya que sana el cuerpo emocional, es decir que nos enseña el amor a nosotros mismos. El amor no debe ser una experiencia dolorosa que nos genere un estrés emocional. Todos los patrones relacionados con el dar y recibir se registran en el patrón del cuerpo emocional y el cuarzo rosa es la piedra que mejor lo trabaja. Tiene que haber lugar en el corazón para que el amor pueda fluir a él y a través de él. Si no se siente merecedor del amor del otro, bloquea el fluir del amor en su ser y hace imposible que fluya desde uno a los otros.

Esto genera apegos simbióticos en lugar de relaciones amorosas. Si las necesidades emocionales básicas no quedan satisfechas, se generara en el subconsciente del niño que no ha hecho méritos para el amor. Con los años no sabrá amarse a sí mismo y tendrá bloqueos para compartir el amor con otros (personas con sentimientos de soledad y de inutilidad). Es muy beneficioso para quienes no hayan experimentado la alegría de vivir por falta de amor o por no haber experimentado aún la verdadera esencia de ese sentimiento. Cuando las necesidades emocionales no quedan cubiertas, no sabrá amarse a si mismo ni podrá compartir amor con nadie.

Se perpetúa el sentimiento de soledad, no merecimiento, inutilidad.., el típico «amar demasiado», ligando el sentimiento de amor distorsionado a la necesidad de vivir en ansiedad, incertidumbre y sufrimiento, también en la aceptación de maltratos, lo que muchas veces es una expresión tras la que se oculta la carencia de suficiente auto-amor. Nos sugiere que la fuente de amor está en nosotros mismos y que todas las heridas pueden ser cicatrizadas. Nos provoca desahogos emocionales, permitiendo aflojar recuerdos y sentimientos reprimidos responsables del bloqueo de la autoestima. Todo esto está directamente relacionado con algún suceso del pasado que generó vergüenza o auto-recriminaciones y que nos hizo cerrar el corazón para recibir. El tiene el don de sanar esa vergüenza. Enseña el poder del perdón, de perdonar a los otros y de perdonarnos a nosotros mismos, perdonando las ofensas acumuladas en el corazón

La esencia divina del cuarzo rosa nos aporta fuerza y consuelo. Nos ayuda a sentir la presencia del amor. Se utiliza principalmente en el chakra del corazón y en cualquier otro chakra cuando sentimos que está cerrado a recibir y que sólo lo podremos ayudar a abrirse desde el amor. En el plano físico refuerza el sistema cardiovascular fortaleciendo  el corazón físico y el sistema circulatorio,  y liberando  las impurezas de los fluidos corporales; sana los riñones y las glándulas. Reduce la tensión, los celos, la rabia y el estrés mental y emocional, infunde equilibrio en la esfera sexual emotiva, mejora la relación con los otros, reduce y apacigua el resentimiento, alivia los traumas emocionales.