Conflicto entre Fuerzas de Origen Antiguo

Agosto de 1939

Ya escribí sobre la quíntuple corriente de energía que hoy está en conflicto con fuerzas del mundo o con las fuerzas de luz u oscuridad, así llamada. (Les recordaría que no habría oscuridad alguna sin la luz y ninguna luz sin lo oscuro. Reflexionen sobre esto). Les pediría conciencializar que los esfuerzos organizados de la Gran Logia Blanca están dirigidos a elevar las fuerzas organizadas de materialismo hacia un plano superior y espiritual. Hoy, oro y separatividad, materialismo y egoísmo, están en conflicto con energía espiritual y con el espíritu de cooperación o fusión comprensiva. La ley que determinará los resultados puede ser expresada en las palabras que han sido frecuentemente utilizadas: conservando, el hombre pierde; renunciando, gana; procurando sujetar eso que él tiene, ello debe desaparecer e inevitablemente desaparecerá. Reflexionen sobre esta ley.

El método por el cual trabajan las fuerzas de separación y de egoísmo, es por cooperación competitiva. En todo el mundo ya se han formado grupos (o están en proceso de formación) para ocasionar la consecución de varias metas materialistas, el logro de ambiciones personales o nacionales, y la imposición de planes y conceptos intelectuales (las así llamadas ideologías) sobre la masa del pueblo. Partidos, organizaciones, grupos, sociedades, asociaciones y alianzas existen para la promoción de objetivos políticos y sociológicos, y para llevar adelante los proyectos de muchos pueblos y los muchos puntos de vista que difieren, además de las muchas actitudes hacia la vida y su ordenamiento y reordenamiento. Aquí no estoy tratando las iglesias, las grandes religiones o las organizaciones religiosas. Me interesan los factores determinantes que hoy están condicionando la vida material del planeta.

Hablando en general, estas fuerzas y grupos se ocupan de valores materiales e ideas mentales. No se ocupan principalmente de los valores más sutiles, aunque estén incidentalmente presentes. El énfasis está sobre la situación económica; sobre la posesión de tierra o predisposiciones y tendencias culturales y con las relaciones entre pueblo y naciones; estas últimas están basadas fundamentalmente, como saben, en eso que es tangible y objetivo; protegido, defendido o ganado y procurado por medios definitivamente tangibles que son en sí mismos separativos y están divididos. Esta declaración, creo, el pueblo de cada nación la consideraría verdadera.

Los métodos básicos subyacentes empleados, son los de ordenamiento organizacional (grande, como en naciones, o más pequeño, como en los grupos dentro de las naciones), propaganda, la imposición de ideas favorecidas mediante el uso de la palabra hablada y escrita en cada país, lealtad grupal, adhesión grupal al líder, y métodos grupales. El éxito depende de la cohesión grupal obtenida, la disposición grupal al sacrificio, además de lealtad y fidelidad a alguna personalidad dirigente.

Detrás de estos muchos grupos se hallan las fuerzas de origen antiguo que están prometidas a los valores materiales o a los espirituales. Porque llevó largo tiempo construir los valores materiales, desarrollar la conciencia de la personalidad y obtener una civilización tangible y objetiva, las fuerzas del materialismo son aparentemente mucho más fuertes y más potentes que las fuerzas del espíritu o de los mundos intangibles. Hasta ahora esto no ha sido erróneo, aunque ha ido acompañado de mucho que ha sido indeseable y que ha conducido a una evolución unilateral.

Pero ahora ha llegado el momento de trasladar la conciencia humana al mundo de comprensión verdadera y espiritual y de los intangibles y más deseables estándares de vida.

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Vertiéndose a través del caos de grupos ofensivos y defensivos y a través de las numerosas organizaciones beligerantes (políticas en su mayor parte, o religiosas), y afectando tanto a los cuerpos reaccionarios como a quienes representan los nuevos ideales y la civilización y cultura venidera, están las cinco corrientes mencionadas —corrientes de energía.

En este punto les recordaría que el efecto del impacto de energía depende de la naturaleza del vehículo de respuesta. De acuerdo a su equipo y a la naturaleza de sus cuerpos, así reaccionará el hombre a las energías afluentes. Esta declaración es fundamental. Es una ley y debería ser considerada muy cuidadosamente.

Los efectos de un Maestro o iniciado sobre los hombres son ampliamente diferentes, porque cada hombre lleva al impacto de Su vibración un tipo de cuerpo físico, una naturaleza astral o emocional y una mente que en cada caso son diferentes de todos los otros.

El uso que cada uno hace de la energía estimuladora será diferente; el enfoque de su conciencia es muy diferente; su tipo de mente es bastante diferente; sus centros, la actividad y la organización interna de los mismos, son diferentes. Y lo mismo es para grupos, organizaciones y naciones.

Naciones, por ejemplo, tienen siete centros, como tienen todas las formas de existencia desde lo humano y animal hacia arriba, y es interesante estudiar para descubrir estos centros y observar el tipo de energía que fluye a través de ellos… Algún día quizás les indique los centros a través de los cuales las fuerzas de manifestación tienen que trabajar para las diversas naciones. Esta información constituye una de las principales ciencias jerárquicas y nos indica, a quienes conocemos las posibilidades latentes en cualquier nación, el punto de logro y las oportunidades de trabajo y avance, o los obstáculos al progreso; esto es calibrado por la luz en los centros y la intensificación y la oscuración de su vibración. Esto es lo que hace posible u obstaculiza el crecimiento de lo que es llamado espiritualidad en individuos y en naciones, y esta ciencia será reconocida más tarde. Es por medio de esta ciencia que la Jerarquía puede formar sus planes más grandes y saber de qué manera naciones individuales reaccionarán al estímulo y progreso de la clase deseada. Esta es la forma moderna del antiguo laya-yoga atlante, o el yoga de los centros.

De acuerdo, por lo tanto, a la condición de los cuerpos sensitivos del planeta, de naciones y de individuos, así será su reacción a las cinco clases de fuerzas que afluyen.

Extraído de: La Exteriorización de la Jerarquía, Alice A. Bailey