El Destino de las Naciones – Comentarios Preliminares

31COMENTARIOS PRELIMINARES

En los libros que están siendo escritos hoy en un esfuerzo por resolver los problemas del porqué de las actuales condiciones mundiales, los escritores necesariamente se están ocupando sólo de efectos. Hay pocos que pueden penetrar en el distante mundo de causas o devolver la mirada a ese antiguo pasado y ver pasado y presente en su verdadera perspectiva. Yo, sin embargo, procuro ocuparme de causas —predisponentes, efectivas, determinantes y productoras de esos acontecimientos que causan el actual estado de cosas. Me ocupo de energías, las cuales conciernen a las fuerzas resultantes. Aquí les recordaría que estos efectos que están produciendo tanto temor, presentimiento y preocupación, sólo son temporarios y darán paso a esa imposición ordenada y rítmica del necesario idealismo que será aplicado finalmente por el amor, motivado por la sabiduría en cooperación con la inteligencia. Todo se llevará a cabo por una dinámica (no una pasiva) voluntad-al-bien.

Clasificaremos lo que tengo que decir bajo dos puntos:

1. La situación y sus causas de rayo en el presente inmediato.
2. La situación en el futuro cuando la era acuariana esté realmente establecida y las influencias piscianas ya no dominen más.

Antes de abordar estos puntos, sin embargo, tengo que hacer algunos comentarios preliminares. Es esencial que los estudien y los comprendan pues de su correcta aceptación y comprensión dependerá el beneficio que obtendrán de mi enseñanza sobre estos puntos.

Es un truismo comentar que la historia del mundo se basa en el surgimiento de ideas, su aceptación, su trasformación en ideales y su final reemplazo por la siguiente imposición de ideas. En este reino de ideas la humanidad no es un agente libre. Este es un punto importante para observar. Una vez que una idea se convierte en ideal, la humanidad puede libremente rechazarlo o aceptarlo, pero las ideas provienen de una fuente más elevada y son impuestas sobre la mente racial, las quieran los hombres o no. Del uso que se haga de estas ideas (que son de la naturaleza de emanaciones divinas, encarnando el plan divino para el progreso planetario) dependerá la rapidez del progreso de la humanidad o su demora por falta de comprensión.

La humanidad es hoy más sensible que nunca a las ideas, y de allí las numerosas ideologías en conflicto y de allí el hecho de que —en defensa de sus planes— hasta la más recalcitrante de las naciones ha de encontrar alguna excusa idealista que presentar a las otras naciones cuando se ocupan de infringir la ley reconocida. Este es un hecho de gran significación para la Jerarquía pues indica un punto alcanzado. Las principales ideas en el mundo hoy día se dividen en cinco categorías que les convendría tener en cuenta:

1. Las antiguas y heredadas ideas que han controlado la vida racial durante siglos —agresión para obtener posesión y la autoridad de un hombre, un grupo o una iglesia que representa al Estado. Para fines políticos tales poderes pueden operar entre bastidores pero sus principios y móviles son fácilmente reconocibles —ambición egoísta y una autoridad violentamente impuesta.

2. Esas ideas que son relativamente nuevas, tales como nazismo, fascismo y comunismo, aunque no son realmente tan nuevas como la gente tiende a pensar. Son muy parecidas en un punto importante, por ejemplo el Estado o la comunidad de seres humanos cuenta como importante mientras que el individuo no; él puede ser sacrificado en cualquier momento para el bien del Estado o para el así llamado bien general.
3. La idea, ni vieja ni particularmente nueva, de la democracia en la cual (supuestamente pero todavía nunca fácticamente) el pueblo gobierna y el gobierno representa la voluntad del pueblo.

4. La idea de un estado mundial, dividido en varias grandes secciones. Este es el sueño de los pocos de mente inclusiva, para lo cual muchos consideran que la humanidad todavía no está preparada. Hacia esto el mundo entero se dirige a pesar de sus numerosas ideologías, cada una en lucha con la otra por la supremacía e inconsciente del importante hecho de que todas estas ideologías pueden adaptarse temporariamente a los grupos o naciones que las adoptan. Ninguna de ellas es adecuada para uso general (y digo esto igualmente de la democracia como de cualquier otra ideología); con toda probabilidad se adaptan bien a las naciones que las aceptan y moldean su vida nacional de acuerdo a esas premisas; son sólo sustitutos transitorios en este período de transición entre la era pisciana y la acuariana y no pueden durar permanentemente. Hasta ahora nada es permanente. Cuando se alcance la permanencia, la evolución cesará y el plan de Dios será consumado. ¿Y entonces? La más grande revelación de todas vendrá al cierre de este período mundial cuando la mente humana, la intuición y la conciencia del alma sean tales que la comprensión será posible.

5. La idea de una Jerarquía espiritual que gobernará a la gente por todo el mundo e incorporará en sí los mejores elementos de los regímenes monárquico, democrático, totalitario y comunista. La mayoría de estos grupos de ideologías tienen latente en ellos mucha belleza, fuerza y sabiduría, y también una profunda y valiosa contribución que hacer al todo. Cada uno finalmente verá su contribución incorporada bajo el control de la Jerarquía de los Señores de Compasión y los Maestros de Sabiduría. La restauración del antiguo control atlante por las fuerzas espirituales todavía está en el futuro, pero la era acuariana verá la restitución de esta guía interna y espiritual en una vuelta más alta de la espiral.

Todo esto inevitablemente se producirá por el trabajo de quienes funcionan en uno u otro de los cinco rayos de control a los que acabo de referirme. Nada puede detener ni verdaderamente impedir su efecto unido. Este es un punto que quisiera que recuerden. El hombre moderno tiende a condenar la ideología con la cual no está familiarizado y que de nada le sirve. Repudia esas ideas que no están detrás de su vida o tradición nacional y personal y que tampoco le vendrían bien a él como individuo ni satisfarían la necesidad de la nación a la cual pertenece.

El reconocimiento de estos hechos nos llevaría a dos resultados si son correctamente aplicados: primero, el individuo que acepta y está entregado a una ideología particular dejaría de combatir otras ideologías pues recordaría que el accidente de nacimiento y de trasfondo es en su mayor parte responsable de hacer de él —como individuo— lo que es y de determinar sus creencias. Y segundo, pondría fin al intento de imponer una ideología personal o nacionalmente aceptada (política o religiosa) a otras naciones y personas. Estos son los pasos básicos hacia la paz y la comprensión finales y de allí que hoy los resalte.

Extraído de: El Destino de las Naciones, Alice Ann Bailey