El Destino de las Naciones – Introducción

EL DESTINO DE LAS NACIONES

Introducción

Es de gran interés para nosotros conocer algo acerca de las energías y fuerzas que están produciendo la actual situación internacional y presentando los complejos problemas que enfrentan las Naciones Unidas… todo cuanto ha acontecido es el resultado de estas energías, afluyendo cíclicamente a través de la naturaleza y a través de esa parte de la naturaleza que llamamos el reino humano.

Para comprender lo que hoy está teniendo lugar, debemos reconocer que estas energías son siete. Se las llama por muchos nombres en muchas tierras diferentes, pero para nuestros propósitos se utilizarán los siete nombres siguientes:

1. La energía de Voluntad, Propósito o Poder, llamada en tierras cristianas la energía de la Voluntad de Dios.
2. La energía de Amor-Sabiduría, llamada frecuentemente el Amor de Dios.
3. La energía de Inteligencia Activa, llamada la Mente de Dios.
4. La energía de Armonía a través de Conflicto, que afecta grandemente a la familia humana.
5. La energía de Conocimiento Concreto o Ciencia, tan poderosa en esta época.
6. La energía de Devoción o Idealismo, produciendo las ideologías actuales.
7. La energía de Orden Ceremonial, produciendo las nuevas formas de civilización.

Estas energías están incesantemente produciendo cambios, expresándose mediante sucesivas civilizaciones y culturas, dando forma a las muchas razas y naciones. Esto de ninguna manera infringe el libre albedrío del hombre; estas fuerzas tienen su aspecto superior y su aspecto inferior y el hombre responde a ellas de acuerdo a su desarrollo mental y espiritual, como lo hacen naciones y razas como un todo. La humanidad hoy ha llegado a un punto donde hay una respuesta muy sensible a lo superior y mejor.

Esta enseñanza referente a los siete rayos sigue siendo una especulación infructuosa a menos que sea susceptible de investigación, de comprobación final y de utilidad general además de particular. Mucho de lo que hoy se escribe tendrá que ser descartado como inútil, como que no merece aceptación como una hipótesis posible y como no demostrando una verdad que puede ser probada. Por lo tanto aquí estoy tratando de hacer dos cosas:

1. Indicar, como han visto, una nueva y poderosamente eficiente sicología esotérica, y también
2. Mostrar las líneas de desarrollo que son inevitables, por la razón de que ciertas potencias importantes están entrando en juego en este momento. Ciertas fuerzas se están volviendo cada vez más activas mientras que otras constantemente se están volviendo inactivas. Estas fuerzas activas son las que consideraremos ahora.

Quisiera detenerme aquí y señalar que estas fuerzas entran en juego o bien cíclicamente o mediante demanda. Este es un punto interesante para que los estudiantes recuerden. El trabajo realizado por medio de la Gran Invocación no es entonces necesariamente nulo. Quizás podría clarificar el tema si señalo que hay cinco energías (y generalmente hay cinco dominantes energías de rayo activas en cualquier momento) entrando en juego:

1. Esas energías que están saliendo de manifestación, como en este momento está saliendo el sexto Rayo de Devoción.
2. Esas energías que están entrando en manifestación o encarnación, como en este momento está surgiendo a la expresión el séptimo Rayo de Orden Ceremonial.
3. Esas energías que —en cualquier momento dado— están expresando el tipo de rayo del grueso de la humanidad que se manifiesta. Hoy estos tipos de rayo son predominantemente el segundo y el tercero. Un número relativamente grande de egos de primer rayo también se hallan actuando como puntos focales para ciertas fuerzas de primer rayo.
4. Esas energías que hoy están siendo invocadas como resultado de la necesidad humana y la demanda humana de socorro. Curiosamente esta demanda permanece principalmente en la esfera de influencia del primer rayo pues la desesperada necesidad de la humanidad está evocando el aspecto voluntad y ese rayo personifica la divina voluntad-al-bien y permanece inmutable, siendo —por primera vez en la historia de la humanidad— invocado en vasta escala. Esta afirmación es definitivamente alentadora, si estudian sus implicaciones.

Tienen, por lo tanto, en el presente campo de expresión divina, las siguientes energías que se manifiestan:

1. La energía de idealismo, de devoción o de atención devota, personificada en el sexto rayo.
2. La energía cuya principal función es producir orden, ritmo y actividad establecida, secuencial —el séptimo Rayo de Ritual Ceremonial.
3. La energía del segundo rayo, que siempre está básicamente presente en nuestro sistema solar, la de amor-sabiduría…
4. La energía de inteligencia, activamente desplegada en actividad creadora. La capacidad creadora del futuro surgirá en una escala relativamente amplia en el reino del vivir creador y no tanto en el reino del arte creador. Este vivir creador se expresará por medio de un nuevo mundo de belleza y de reconocida expresión divina; por medio de la forma externa, se mostrará la “luz de la vivencia” (como se la denomina esotéricamente). El símbolo y eso que representa serán conocidos y vistos. Esta es la energía del tercer Rayo de Inteligencia Activa, trabajando hacia la manifestación de la belleza.
5. La energía del aspecto voluntad de la divinidad. Esta ha sido poco comprendida y expresada por la humanidad hasta hoy, pero ahora ha llegado el momento que debe ser mejor comprehendida. La demanda desde nuestras innumerables fuerzas planetarias hasta ahora no ha sido adecuada para invocarla y el gran Señor del Mundo ha esperado pacientemente su invocación. El llamado ahora ha surgido. Sus primeras débiles notas se oyeron hace doscientos años y el sonido y la demanda han aumentado en volumen y potencia hasta que hoy esta gran energía está haciendo sentir su presencia de manera inconfundible.

Ansío que comprendan la potencia y el efecto de estas cinco energías a medida que aprovechan nuestro planeta, evocan respuesta —buena y mala— y producen el desorden y el caos, las fuerzas enfrentadas y las influencias benéficas. Por consiguiente, en su totalidad, ellas dan cuenta de todo lo que vemos sucediendo a nuestro alrededor en este momento.

Extraído de: El Destino de las Naciones, Alice Ann Bailey