El Séptimo Rayo Revelador de la Nueva Era: La Energía de Orden

LA ENERGÍA DE ORDEN

En este momento particular en la historia mundial, la energía de séptimo rayo es de una creciente potencia porque es el nuevo y entrante rayo, reemplazando al sexto rayo el cual ha imperado durante tanto tiempo. Cuando hablamos de energía de rayo en realidad estamos considerando la cualidad y el aspecto voluntad-propósito de cierta gran Vida a Quien damos el nombre de “Señor de un Rayo”. Hallarán mucho sobre estos Señores de Rayo en los tomos anteriores de Un Tratado sobre los Siete Rayos. Su divina intención, voluntad, propósito, o la proyección determinada de Su mente, crea una radiación o corriente de energía que —de acuerdo al tipo y cualidad— aprovecha todas las formas de vida manifestada dentro de nuestro círculo-no-se-pasa planetario.

Estos Señores de los Rayos son las energías creadoras y sustentadoras que implementan la Voluntad del Logos planetario. Cooperan con Él en la definición y la expresión de Su propósito supremo. Sus radiantes emanaciones son objetivadas y retiradas cíclicamente. A medida que irradian en los tres mundos, las energías que hacen impacto producen cambios, disturbios, progreso y desenvolvimiento; crean las nuevas formas necesarias y vitalizan y cualifican aquello a través de lo cual la inmediata intención divina se está expresando a sí misma; intensifican tanto la cualidad como la receptividad de la conciencia.

En otros momentos, durante el proceso de ser retirados “a su propio lugar”, causan la desaparición o la muerte de los aspectos forma, de instituciones, y los “organismos que organizan” (para usar una frase peculiar); por lo tanto producen ciclos de destrucción y de cesación y de este modo hacen lugar para esas nuevas formas y expresiones de vida que un rayo entrante producirá. El gradual retiro del sexto Rayo de Idealismo y de centralizada Devoción, ha sido responsable del fermento, la cristalización, la destrucción, la muerte y los clivajes del siglo pasado; las cosas antiguas están desapareciendo a medida que el Señor del sexto Rayo retira Su atención y, por lo tanto, Su energía; hoy Su radiación ya no está centrada o enfocada en la vida de los tres mundos. Simultáneamente, la energía y radiación del Señor del séptimo Rayo está volviéndose constantemente más poderosa en los tres mundos.

El séptimo rayo es, por excelencia, el medio de relación. Une los dos aspectos fundamentales de espíritu y materia. Relaciona alma y forma y, en lo que concierne a la humanidad, relaciona alma y personalidad. En la primera iniciación, hace al iniciado consciente de esa relación; le permite sacar ventaja de esta “dualidad que se aproxima” y —por el perfeccionamiento del contacto— producir en el plano físico el surgimiento del “nuevo hombre” a la manifestación. En la primera iniciación, mediante el estímulo ocasionado por la energía de séptimo rayo, la personalidad del iniciado y la sobreumbrante alma que ronda son conscientemente unidas; el iniciado entonces sabe que él es —por primera vez— una personalidad alma-infusa. Su tarea es ahora desarrollarse en la semejanza de lo que él esencialmente es. Este desarrollo se demuestra en la tercera iniciación, la de la Trasfiguración.

La función principal de este séptimo rayo es reunir los aspectos negativo y positivo de los procesos naturales. En consecuencia gobierna la relación sexual de todas las formas; es la potencia que subyace en la relación matrimonial, y por eso a medida que este rayo entra en manifestación en este ciclo mundial, tenemos la aparición de fundamentales problemas sexuales —libertinaje, perturbación en la relación marital, divorcio y la puesta en marcha de esas fuerzas que finalmente producirán una nueva actitud hacia el sexo y el establecimiento de esas prácticas, actitudes y percepciones morales que gobernarán la relación entre los sexos durante la Nueva Era venidera.

La primera iniciación por lo tanto está estrechamente relacionada con este problema. El séptimo rayo gobierna el centro sacro y la sublimación de su energía en la garganta o en el centro creativo superior; este rayo por lo tanto está poniendo en marcha un período de tremenda actividad creativa, tanto en el plano material mediante el estímulo de la vida sexual de todos los pueblos, como en los tres mundos mediante el estímulo producido cuando alma y forma son conscientemente relacionadas. La primera prueba importante de que la humanidad (por intermedio de la mayoría de la gente avanzada) haya pasado por la primera iniciación, será la aparición de un ciclo de arte creativo totalmente nuevo. Este impulso creativo tomará formas que expresarán las nuevas energías entrantes.

Así como el período gobernado por el sexto rayo ha culminado en un mundo en el que los hombres trabajan en grandes talleres y fábricas para producir la plétora de objetos que consideran necesarios para su felicidad y bienestar, así en el ciclo de séptimo rayo veremos a los hombres involucrados en escala aun mayor, en el campo del arte creativo. La devoción a los objetos finalmente será reemplazada por la creación de lo que expresará más verdaderamente lo Real; fealdad y materialidad darán lugar a belleza y realidad. En gran escala, la humanidad ya ha sido “conducida de la oscuridad a la luz” y la luz del conocimiento colma la tierra. En el período que está por delante y bajo la influyente radiación del séptimo rayo, la humanidad será “conducida de lo irreal a lo Real”. La primera iniciación posibilita esto al individuo y lo posibilitará a las masas de hombres.

Energía de séptimo rayo es la energía necesaria para extraer orden del caos y ritmo en reemplazo del desorden. Esta es la energía que introducirá el nuevo orden mundial que todos los hombres esperan; restablecerá los antiguos hitos, indicará las nuevas instituciones y formas de civilización y cultura que exige el progreso humano, y nutrirá la nueva vida y los nuevos estados de conciencia que la humanidad avanzada registrará cada vez más. Nada puede detener esta actividad; todo lo que hoy está sucediendo a medida que los hombres buscan los nuevos caminos, la unidad organizada y la seguridad pacífica, está siendo implementado por medio del entrante Rayo de Orden o Magia Ceremonial.

La magia blanca de rectas relaciones humanas no puede ser detenida; inevitablemente debe demostrarse de manera efectiva, porque la energía de este séptimo rayo está presente, y el Señor del Rayo está cooperando con el Señor del Mundo para producir la necesaria “re-formación”. Personalidades alma-infusas, actuando bajo esta influencia de rayo, crearán el nuevo mundo, expresarán las nuevas cualidades e instituirán esos nuevos regímenes y organizados modos de actividad creativa que demostrarán la nueva vivencia y las nuevas técnicas de vivir. La distorsión de estos ideales de séptimo rayo y la prostitución de esta energía entrante para servir las ambiciones oscuras y egoístas de hombres ambiciosos, es lo que ha producido esos sistemas totalitarios que hoy aprisionan tan terriblemente el libre espíritu de los hombres.

Extraído de “Los Rayos y las Iniciaciones”, Alice Ann Bailey.