Lista de tracks:
Sumar a la lista de reproducción
Reseña:
Hasta aquí será evidente que me ocupo principalmente de señalar factores que son el resultado de la historia pasada de la raza, más bien que de dar una explicación específica y detallada de las enfermedades afines a las distintas naciones. En realidad, no sería posible debido a la superposición y paralelismo que ocurre en cada sector de la vida natural. Ante todo trato de aclarar lo que debe hacerse en la línea de la curación preventiva y lo que debería realizarse en la difícil tarea de neutralizar las condiciones ya prevalentes en la tierra como resultado del pasado abuso de los poderes naturales. Por lo tanto deberán sanearse esas condiciones presentes en nuestro planeta en gran escala, y en consecuencia no pondré el énfasis sobre lo específico ni lo individual. Estoy también sentando las bases para dilucidar nuestro próximo tema, la relación de la Ley del Karma con la enfermedad y la muerte y con toda la humanidad.
Trato de puntualizar que:
- El suelo del planeta es la causa principal de las enfermedades y contaminaciones. Durante incontables eones, los cuerpos de los hombres y de los animales han sido enterrados; el suelo, en consecuencia, está impregnado de los gérmenes y los resultados de las enfermedades, en una forma mucho más sutil de lo que se cree. En los distintos estratos del suelo y del subsuelo existen los gérmenes de las enfermedades antiguas, conocidas y desconocidas, que pueden todavía producir dificultades virulentas si se presentan condiciones adecuadas. Quiero dejar establecido que la Naturaleza nunca ha dispuesto que los cuerpos deben ser enterrados. Los animales mueren y sus cuerpos retornan al polvo, pero lo hacen purificados por los rayos del sol y las brisas que soplan y dispersan. El sol puede causar la muerte lo mismo que la vida, y los gérmenes y bacterias más virulentos no pueden retener su potencia si se los somete al calor seco de los rayos solares. La humedad y la oscuridad fomentan las enfermedades cuando emanan y se nutren de esos cuerpos a los cuales se les ha extraído el aspecto vida. Cuando, en todos los países del mundo, a las formas muertas se las someta por ley, al “rito del fuego”, y cuando esto se haya convertido en un hábito universal y persistente, entonces veremos disminuir grandemente las enfermedades y tendremos un mundo mucho más saludable.
- La condición sicológica de una raza o nación, produce como hemos visto, una tendencia a la enfermedad y una disminución de la resistencia a las causas de la enfermedad; puede engendrar la capacidad de absorber fácilmente contaminaciones malignas. No es necesario que me extienda más sobre esto.
- Las condiciones de vida en muchos países también fomentan la enfermedad y la mala salud. Viviendas oscuras y hacinadas, casas subterráneas, desnutrición, alimentos inadecuados, malos hábitos de vida y diversas enfermedades profesionales, todas contribuyen con su cuota a la mala salud general de la humanidad. Estas condiciones son universalmente reconocidas, y mucho se ha hecho para neutralizarlas, pero aún mucho queda por hacer. Uno de los buenos efectos, resultado de la guerra mundial, consistirá en obligar a que se lleven a cabo los cambios necesarios, la reconstrucción requerida y la nutrición científica de la juventud de la raza. Los males físicos nacionales varían de acuerdo con las ocupaciones predisponentes de los pueblos; las enfermedades de una raza de agricultores podrán diferir ampliamente de las de una raza altamente industrializada; las predisposiciones físicas de un marinero varían grandemente de las de un empleado de nuestras grandes ciudades. Estos datos informativos son conocidos por el trabajador social de muchas ciudades y países. Ciertas enfermedades parecen ser estrictamente locales y otras universales en sus efectos; algunas enfermedades van desapareciendo gradualmente y aparecen otras nuevas; otros tipos de enfermedad están eternamente entre nosotros, y aún otros aparecen cíclicamente; algunas son endémicas mientras que otras epidémicas.
¿Cómo ha podido surgir este vasto despliegue de enfermedades y tipos de dolencias corpóreas? ¿Cómo es que algunas razas están predispuestas a sucumbir a un tipo de mal físico mientras que otras son inmunes a él? Condiciones climáticas producen ciertas enfermedades típicas que permanecen estrictamente locales y no existen en ninguna otra parte del mundo. Cáncer, tuberculosis, sífilis, meningitis cerebral, neumonía y enfermedades del corazón, como también la escrófula (empleando este término en su antigua acepción, que indica ciertos tipos de enfermedad de la piel), prevalecen en todo el mundo, exigiendo el tributo de millones de seres, y aunque dichas enfermedades pueden atribuirse a ciertos grandes períodos raciales, tienen ahora un efecto general. Puede hallarse la clave de esto si el estudiante recuerda que a pesar de que el período racial atlante ha quedado atrás miles de años, una gran mayoría es hoy básicamente atlante en su conciencia, y por lo tanto está predispuesta a las enfermedades de esa civilización.
Si fuera presentada al público reflexivo una estadística de la salud del mundo —hecha en condiciones normales y no en tiempo de guerra— surgiría la pregunta, ¿existen cien mil personas con perfecta salud entre los miles de millones que ahora habitan en la tierra? Creo que no. Aunque no exista una enfermedad efectiva y activa, a pesar de ello las condiciones de los dientes, del oído y de la vista frecuentemente dejan mucho que desear; tendencias heredadas y predisposiciones activas causan seria preocupación, y a todo esto deben agregarse dificultades sicológicas, enfermedades mentales y perturbaciones cerebrales específicas. Todo ello presenta un cuadro aterrador. La medicina lucha hoy contra los males que va descubriendo; los científicos buscan paliativos, curas y también sólidos y duraderos métodos de extirpación; los estudiantes investigadores indagan sobre los gérmenes latentes, y los expertos en salubridad buscan nuevos sistemas para enfrentar los ataques de las enfermedades. Sanidad, inoculación obligatoria, frecuentes inspecciones, leyes contra la adulteración de los alimentos, exigencias legales y mejores viviendas, todo ello es aplicado, en esta lucha, por los humanistas de amplia visión. Pero todavía prevalecen las enfermedades, son necesarios más hospitales y aumenta la mortalidad.
Es necesario el poder y el conocimiento del alma más la sabiduría de los otros grupos de curación para lograr la salud de los pueblos; desocupar nuestros sanatorios y desembarazar a la humanidad de sus enfermedades básicas, de la insania y la obsesión, y para prevenir la delincuencia. En definitiva esto se llevará a cabo por la correcta integración del hombre mediante la correcta comprensión de la naturaleza de la energía y el correcto conocimiento del sistema endocrino, sus glándulas y relaciones más sutiles.
Extraído de: Un Tratado sobre los Siete Rayos – Tomo IV “Curación Esotérica”, Alice A. Bailey.
Warning: array_key_exists() expects parameter 2 to be array, null given in /home/customer/www/omdemand.com.ar/public_html/wp-content/themes/vice/inc/related_releases.php on line 13

Detalles:
Ver más en: Reflexión sobre los Libros Azules
Producido por: Reflexión sobre los Libros Azules
Fecha de publicación: 15-09-2022