LGI 2 – La Crisis Mundial Hoy II

La Crisis Mundial Hoy – II

30 de junio de 1940

El aspecto práctico del modo de eliminar los obstáculos puede exponerse también sencillamente. La visión aparecerá como un hecho en la Tierra cuando los individuos sumerjan voluntariamente sus intereses personales en el bien del grupo; cuando el grupo o los grupos fusionen sus intereses en el bien nacional, cuando las naciones abandonen sus propósitos y metas egoístas por el bien internacional, y cuando esta recta relación internacional se base en el bien total de la humanidad misma. De esta manera el individuo puede desempeñar su parte en el todo mayor, siendo su ayuda necesaria, y de este modo se anula el sentido de futilidad individual. Al hombre más insignificante en la más insignificante unidad nacional, le llega el llamado a sacrificarse y servir al grupo del cual es parte. Finalmente la humanidad misma es de este modo impulsada —también como unidad integral— a servir a la Vida Planetaria.

Lo que antecede intenta describir la visión más amplia con su exigido y práctico esfuerzo, y además indica la posibilidad más grande que enfrenta a la humanidad. Los Aliados en verdad luchan por esto, y contra esto Alemania hoy reúne su maquinaria bélica.

¿Qué puede decirse ahora del presente inmediato y qué puede hacer el individuo para ayudar a la causa de la humanidad y detener la marea del mal? Si ya está luchando del lado de las Fuerzas de la Luz y de los Aliados, conoce su destino y servicio. Pero ¿qué puede decirse de quienes [e206] ponen en duda lo que pueden hacer y ansían ver con claridad y desempeñar su parte al tener la visión correcta? A ellos les respondería:

1. Eliminen de su conciencia el prejuicio, el orgullo nacional y las antipatías religiosas. Los antiguos errores de los Aliados, como los trasmite la historia, son hechos que ellos mismos no niegan. No son los únicos egoístas, porque [i245] los mismos defectos contaminan todo registro nacional. Pero hoy representan un orden nuevo y espiritual basado en un deseo de síntesis, correctos métodos de gobierno y el bien del pueblo. El nefasto pasado de todas las naciones lo utilizan ahora como justificativo quienes no eligen hacerse cargo de la responsabilidad ni sacrificar nada por la causa de la humanidad. Es necesario que todos reconozcamos nuestras propias deficiencias y un espíritu de tolerancia y perdón.

2. Rehúsen temer cualquier resultado de la acción correcta y positiva. Hoy el temor está detrás de muchas de las actitudes discrepantes, y el temor mata la verdad, oculta la visión y detiene la correcta acción. El gran Guía de esta era cristiana nos ha advertido que no temamos a quienes matan el cuerpo, sino sólo a quienes tratan de matar el alma. Las fuerzas agresoras están matando lenta y despiadadamente el amor y la esperanza (cualidades del alma) en los países conquistados y en Alemania. Esto, junto con la gran súplica humanitaria, es razón suficiente para impulsar a todos los hombres de buena voluntad a empuñar las armas de parte de las Fuerzas de la Luz. Encomendaría esto a vuestra atención imaginativa. Exponiéndolo aún más prácticamente, preguntaría: ¿Les importaría que sus hijos fueran sometidos a los procesos educativos del régimen nazi —con su aplastamiento de toda la humanidad, su énfasis en el orgullo de raza y su culto a la crueldad? ¿Pueden entonces permanecer indolentemente al margen o simplemente recurrir a la plegaria y hablar sobre las bellezas de la paz cuando los pequeños niños de los países ocupados están bajo el sistema alemán de crimen-del-alma? Niéguense, entonces, en aras de ellos, a tener miedo.

3. Habiendo presentido la visión, reconocido los obstáculos y encarado el prejuicio y el temor innatos, entonces se les evidenciará qué (frente a esta peligrosa crisis) deben hacer. No me corresponde decirles qué es. A ustedes corresponde resolver los detalles; los métodos que deben emplear se volverán claros para ustedes; los problemas humanitarios se volverán cada vez más obvios para ustedes; entonces se alinearán de parte de las Fuerzas de la Luz y sostendrán las manos de quienes están luchando por la paz y la seguridad mundiales, preliminares a la inauguración del nuevo orden [i246] mundial. Esto lo harán sin pensar en sí mismos. Enfrentarán la vida de verdad y sinceramente, con un plenamente dedicado sacrificio de tiempo, [e207] de sí mismo, de dinero y, si es necesario, de la vida. Comprenderán dinámicamente que la actitud del agente de las Fuerzas de la Luz o de quien ama a la humanidad no es la del observador pasivo.

4. También aprenderán a mantener vuestra mente libre de odio, rehusándose a odiar al pecador engañado incluso al imponerle la pena de su pecado. El odio y la separación deben cesar y cesarán cuando el aspirante individual los desarraigue de su propia vida. El gran error de los de mentalidad neutral y del pacifista, es su negación a identificarse constructivamente con el dolor humano. Incluso cuando reacciona con violenta emoción sobre el sufrimiento, por ejemplo, de los pequeños niños en esta gran guerra, y de los refugiados indefensos, verdaderamente no le importa lo suficiente como para hacer algo acerca de la situación, porque implica sacrificio. Esto suena duro, pero es la necesaria afirmación de un hecho. La compasión que no produce acción positiva de alguna especie, se convierte en una llaga virulenta.

De este modo, mediante el pensamiento, la palabra y la acción, quien ama a la humanidad entrará en la batalla contra el mal; con total auto-olvido abrazará la causa de la humanidad, sin ocultarse detrás del sentimiento de futilidad ni buscando excusa alguna en un idealismo malinterpretado. Afrontará los hechos de la actual situación a la luz que afluye de la visión misma. Entonces seguirá adelante hacia la era de rectas relaciones humanas, de unidad espiritual y recursos compartidos con completa confianza porque su sentido de los valores está ajustado. Sabe que la humanidad tiene una misión divina que debe ser llevada a cabo en alas del amor, por medio de la acción comprensiva, el servicio altruista y la disposición a morir en la batalla si ese es el único camino en que puede servir y liberar a su hermano.

Habiendo presentado ahora la actitud hacia la presente crisis mundial que me parece congruente con todo lo que enseñé en el pasado y en línea con la enseñanza de la [i247] Jerarquía, y habiendo aclarado el dualismo básico que subyace en este conflicto y señalado las líneas de demarcación que claramente están emergiendo, llamo a todos ustedes a estar de parte de las Fuerzas de la Luz.

La Exteriorización de la Jerarquía