Mantra del N.G.S.M.

Los pensamientos de los hombres desde mediados del período Atlante han sido constantemente atraídos hacia el sendero destructivo o de la izquierda, porque egoísmo ha sido el motivo, y propio interés el factor dominante. Parte del trabajo del Cristo, cuando vino hace dos mil años, fue contrarrestar esta tendencia por la inculcación, mediante ejemplo y precepto, de sacrificio y altruismo, y el espíritu de mártir (teñido como lo estuvo a menudo por histeria y un celestial autointerés) fue uno de los resultados de este empeño. Observado desde el punto de vista de la Jerarquía el esfuerzo ha sido exitoso, pues el espíritu cristiano representa reorientación hacia cosas celestiales. De allí la pureza de motivo y el instinto de servicio, cuya nota clave es nueva desde el punto de vista de las eternidades pasadas.

A pesar de esto, sin embargo, la tendencia al interés egoísta es el factor más potente en el mundo en este momento, y de ahí la situación crítica existente entre la Jerarquía de Luz y la jerarquía que controla el sendero izquierdo, o el sendero de control mediante forma y deseo.

Que no haya desaliento alguno, sin embargo, pues el pensamiento espiritual, resultando en trabajo mágico, de un solo hermano de intención pura es de mucha mayor potencia que el de muchos hermanos que siguen la tendencia de la personalidad. Aunque todo verdadero aspirante, a medida que capta la magnitud del Plan y pasa revista a las fuerzas alineadas en su contra, quizás esté sobrecogido por la evidente futilidad de su esfuerzo y la aparente pequeñez de la parte que él desempeña, que recuerde que hay un constantemente creciente grupo de aquellos similares a él y que esto es un esfuerzo grupal. Bajo la Ley los Grandes Seres trabajan a través de Sus discípulos en todos los países y nunca antes hubo tantos tratando de capacitarse para esta función de ser “Trasmisores del Propósito”, y nunca antes ha existido una integridad interna y relación subjetiva tan fuerte entre trabajadores en todos los campos en todas partes del mundo. Por primera vez en la historia hay un grupo coherente para que lo usen los Maestros. Hasta ahora hubieron solitarios trabajadores aislados o pequeñísimos grupos sueltos, y esto ha entorpecido grandemente el trabajo. Ahora esto está cambiado.

Quiero encargar a todos ustedes que conciencialicen esto y que trabajen para sustanciar esta integridad grupal y para desarrollar el poder de reconocer a todos estos trabajadores en todas partes, bajo cualquier nombre u organización, y cooperar con ellos cuando así se los reconozca. Esto no es algo fácil de hacer. Presupone lo siguiente:

• Una interna sensitividad al Plan.
• Una aptitud para reconocer principios, gobernando conducta y administración.
• Una capacidad para pasar por alto lo no esencial y enfatizar lo esencial.
• Una sumersión de ambición e interés personal en la promoción de los ideales grupales y
• Una constante preservación del contacto interno a través de meditación, pasar por alto y no enfatizar reacciones de la personalidad.

Estos son pre-requisitos básicos y deberían recibir la atención de trabajadores y estudiantes en todos los grupos.

Sería de valor si cada estudiante se uniera todos los días a las cinco de la tarde, por un acto de la voluntad, con este grupo de servidores, místicos y hermanos que va integrándose rápidamente. Con este fin, sería aconsejable memorizar la breve dedicación siguiente, diciéndola mentalmente a esa hora con la atención enfocada en la cabeza:

“Que el Poder de la Vida una fluya a través del grupo de todos los verdaderos servidores.
“Que el Amor del Alma Una caracterice la vida de todos los que tratan de ayudar a los Grandes Seres.
“Que cumpla mi parte en el trabajo Uno, mediante el olvido de mí mismo, la inofensividad y la correcta palabra.”

Luego lleve el pensamiento adelante, desde el grupo de servidores-mundiales que va formándose rápidamente hasta los Grandes Seres que respaldan nuestra evolución mundial.

Esto puede efectuarse en pocos segundos, dondequiera uno se encuentre y en compañía de quien sea, y no sólo ayudará en el trabajo mágico de las fuerzas de luz, sino que servirá para estabilizar al individuo, aumentar su conciencia grupal y enseñarle el proceso de llevar adelante actividades subjetivas interiores frente y a pesar del funcionamiento exotérico exterior.

En la era a la que estamos surgiendo, la Era Acuariana, este modo de trabajo grupal alcanzará un muy elevado punto de desarrollo, y el mundo será salvado y reconstruido por grupos mucho más que por individuos. En el pasado hemos tenido salvadores del mundo —Hijos de Dios que han dado a los hombres un mensaje que trajo mayor luz al pueblo. Ahora, en la plenitud del tiempo, y a través de los procesos de evolución, está surgiendo un grupo que traerá salvación al mundo y que (incorporando ideas grupales y acentuando el verdadero significado de la Iglesia de Cristo) estimulará y energizará de tal manera las mentes y almas de hombres, que el comienzo de la nueva era lo marcará una afluencia del Amor, el Conocimiento y la Armonía de Dios Mismo, además de la reaparición del Cristo en Quien estarán corporeizadas estas tres facultades de la divinidad.

Extraído de “Un Tratado sobre Magia Blanca”, por Alice Bailey.