El Nuevo Orden Mundial y los antecedentes históricos

En todas partes la necesidad de un nuevo orden mundial está siendo reconocida. Las potencias totalitarias están hablando del “nuevo orden en Europa”; los idealistas y pensadores están desplegando esquemas y planes que visualizan condiciones enteramente nuevas y que pondrán fin al mal orden viejo. Hay una constante demanda para que los Aliados declaren sus objetivos de paz e indiquen con claridad qué ajustes se harán después de la guerra, porque una visión de la futura política mundial ayudará a la humanidad a superar la crisis actual.

Antecedentes Históricos – Escrito en Abril de 1940:

A través de la Edad Media, el gobierno de poderosos monarcas, la expansión de imperios y la marcha de los conquistadores nacionales, fueron características sobresalientes. Un número relativamente pequeño de personas estaba involucrado. La Iglesia de entonces tenía inmenso poder en todos los países europeos; controlaba la educación de las personas, pero no establecía ninguna base para recto pensar político. La historia del pasado es la historia de muchas formas de gobierno. Razas y naciones fueron y vinieron. Regímenes políticos y formas religiosas han desempeñado su parte, han persistido o desaparecido. La triste historia de la humanidad ha sido una de reyes y potentados, gobernantes y guerreros, presidentes y dictadores —llegando al poder a expensas de su propia nación o de otras. Conquistadores vienen y van —Akbar, Genghis Khan, los Faraones, Alejandro el Grande, Julio César, Carlomagno, Guillermo el Conquistador, Napoleón, Hitler y Mussolini. Todos han trastornado el ritmo de su época y llegaron al poder a través de agresión y masacre.

A medida que las naciones se interrelacionaban más estrechamente, aumentaba su influencia y su campo de expresión. Los crecientes medios de comunicación ocasionaban esto; Gran Bretaña nada sabía de los movimientos de Alejandro, los pueblos de América no sabían acerca de Genghis Khan, pero el sonido de los ejércitos en marcha de Napoleón era escuchado en una zona mucho más amplia, y los triunfos de Hitler —diplomáticos y militares— son conocidos en todo el mundo.

Las potencias totalitarias han hecho del mundo un campamento armado —para la ofensiva o la defensa. Motivando a todos estos conquistadores estaba la codicia por el oro, la codicia por la tierra, la codicia por el poder, la codicia por el triunfo personal. Los dictadores modernos no son una excepción. Nada nuevo traen.

Anarquía Mundial

La historia del mundo ha sido erigida alrededor del tema de la guerra; sus puntos de crisis han sido las grandes batallas. El pensamiento de venganza motiva a algunas naciones; la demanda de que se corrijan antiguos errores históricos influye a otras; la restitución de tierras, anteriormente poseídas, dirige los actos de otras. Por ejemplo: la antigua gloria del Imperio Romano debe ser restaurada —a expensas de los pequeños pueblos desamparados; la cultura de Francia debe ser primordial, y la seguridad francesa debe pesar más que todas las demás consideraciones; el imperialismo británico en el pasado atentó contra otras naciones; la hegemonía alemana y el “espacio vital” deben dominar a Europa, y el superhombre alemán debe ser el árbitro de la vida humana; el aislacionismo norteamericano dejaría a la humanidad indefensa en su hora de necesidad y entregaría a los hombres al dominio de Hitler; y en Rusia, con su silencio, no se puede confiar; Japón está alterando el equilibrio de poder en Asia. Tal es el cuadro de hoy. Escrito en Abril de 1940

La anarquía rige al mundo; el hambre acecha a los habitantes de Europa; la población civil de las ciudades, las mujeres y los niños, están en grave peligro de lesión y muerte, y se ven forzados a

vivir bajo tierra; la peste aparece; no hay ninguna seguridad en tierra, mar o aire; las naciones están al borde de la ruina financiera; la ciencia ha recurrido a la invención de los instrumentos de muerte; las poblaciones de ciudades y distritos enteros son trasladadas de una parte de un país a otra; familias y hogares son deshechos; hay intenso temor, desesperanzada mirada hacia el futuro, desconcertado cuestionamiento, suicidio y crimen; el humo de incontables incendios oscurece los cielos; los mares están sembrados de muertos y de buques hundidos; el tronar de las armas y el ruido de las bombas que explotan se escuchan en veinte países aproximadamente; la guerra surge de las aguas, marcha sobre las tierras y desciende desde los cielos.

A esta situación, el viejo orden ha llevado a la humanidad. A este desastre han tendido la crueldad y el egoísmo del hombre; ninguna nación está exenta de esta crítica, y todas ellas son más rápidamente movidas por propósito egoísta que por el espíritu de sacrificio.

Incluso la América idealista sólo puede ser incitada a la acción apelando a su propio interés y seguridad.

Para alentarnos, reconozcamos que la misma humanidad que ha ocasionado estas terribles condiciones también puede crear el nuevo mundo, el nuevo orden y el nuevo modo de vida. El pasado egoísta, malvado, puede ceder su lugar a un futuro de comprensión, de cooperación, de rectas relaciones humanas y de bien. Separatividad debe ser remplazada por unidad. La combinación de agresores totalitarios, de democracias aliadas y de ansiosas naciones neutrales, debe ser trasformada en un mundo caracterizado por un solo afán —el establecimiento de esas relaciones que producirán la felicidad y la paz del todo y no sólo de la parte.

Escrito en Enero de 1939:

Aquellos de ustedes que están procurando servir a la humanidad y unirse al esfuerzo Jerárquico para traer curación a un mundo dolorido, deben aprender a penetrar detrás de las apariencias, detrás de los métodos y esquemas, los resultados y efectos en el plano físico, y tratar de contactar las fuerzas de Shamballa o de la Jerarquía, más la necesidad humana que ha producido estos modos de expresión y así verlos por lo que son —no sistemas gastados y esfuerzos infantiles para mejorar sino planes embrionarios por los cuales, finalmente, pueda venir liberación y la cultura y civilización de la Nueva Era.

Si están procurando llevar iluminación a los lugares oscuros de la tierra (es decir, a las mentes de los hombres), entonces ustedes mismos deben ver claramente y relacionar lo abstracto y lo concreto de una manera tal que, en sus propias vidas, pueda verse un idealismo operativo; sólo así puede verse también un idealismo operativo de índole nacional, racial y humana.

Debe usarse la cabeza además del corazón, y esto muchas personas serias tienden a olvidarlo. ¿Pueden trabajar a alta tensión en este esfuerzo —una tensión producida por la interrelación de la cabeza y el corazón, elaborándose creativamente a través del centro laríngeo, esotéricamente comprendido? En esta última frase he expresado para discípulos la naturaleza del esfuerzo que necesitan hacer.

La Exteriorización de la Jerarquía