El Destino de las Naciones – Cuatro Problemas y su Resolución

CUATRO PROBLEMAS Y SU RESOLUCIÓN

En los próximos dos siglos se resolverán cuatro problemas:

1. El problema de las posesiones territoriales que dentro de la familia de naciones corresponde grupalmente a la materialidad del individuo.
2. El problema del sexo que involucrará una comprensión más verdadera de la ley de atracción.
3. El problema de la muerte, que es en realidad el problema de la relación entre lo subjetivo y lo objetivo, entre lo tangible y lo intangible y entre vida y forma. Este problema será resuelto en la esfera de la sicología por el reconocimiento científico de la verdadera naturaleza del individuo o alma y de la persona.
4. El problema de los judíos que es simbólicamente el problema de la humanidad como un todo. Es hoy por primera vez definitivamente un problema humanitario e íntimamente vinculado con el cuarto reino en la naturaleza porque ese reino es el lugar de encuentro de los tres aspectos divinos. El judío, con su énfasis sobre su posición como uno del “pueblo elegido”, ha permanecido simbólicamente a través de los siglos como el representante de la errante, encarnante alma, pero el pueblo judío nunca ha reconocido la misión simbólica que se le confió a su raza, y han tomado para sí la gloria y el honor de los elegidos del Señor. El judío cometió este error y, como una raza oriental, los judíos no han logrado sostener ante el Oriente la naturaleza divina del género humano como un todo, pues todos son igualmente divinos y todos son los elegidos del Señor. Calvino y todos los que siguieron su ejemplo cometieron el mismo error y en lugar de sostener ante el pueblo del Occidente la comprensión de que quienes reconocían su divinidad esencial lo hacían así simbólicamente en nombre de todos los hijos de Dios encarnantes, en desarrollo, se consideraron a sí mismos el Pueblo Elegido y a todos los que no pensaban como ellos lo hacían se los considera perdidos. Cuando el judío y los devotos religiosos de mente estrecha reconozcan su identidad con todo otro pueblo y expresen esta identidad mediante correcta relación, veremos un mundo muy diferente. El problema mundial es esencialmente un problema religioso, y detrás de toda disensión en cada sector del mundo del pensamiento, hoy se encuentra el elemento religioso.

Cuando se comprenda mejor la naturaleza de la lucha actual y se consideren sus causas subjetivas en lugar de las superficiales razones objetivas, entonces se hará un progreso real en el proceso de liberar a la humanidad de la esclavitud y de la estrechez de la civilización actual y de la influencia de las fuerzas y energías que son responsables de la situación. Estas serán comprendidas, correctamente manejadas y rectamente dirigidas hacia fines constructivos y deseables. En el campo de este conflicto, la gran ley fundamental de que “la energía sigue al pensamiento” siempre está en vigencia, y una de las condiciones que está induciendo la actual tensión y presión se debe al hecho de que tantos millones de personas están comenzando a pensar. Esto significa que la antigua simplicidad que sirvió hasta hace quinientos años ya no está controlando y la situación es mucho más compleja. En los días antiguos las fuerzas estaban mayormente controladas por los Señores de la Materialidad (esos a quienes el ignorante y el esoterista prejuiciado llaman “las fuerzas negras”); las fuerzas de la espiritualidad más el pensamiento de un puñado de hombres avanzados en las diferentes naciones no eran tan potentes como lo son hoy día. La situación era entonces relativamente simple.

Parte del plan evolutivo fue que materia y sustancia debían controlar temporariamente y que el espíritu debía aprender a “ascender a los hombros de la materia”, como lo expresa la Sabiduría Antigua. Ahora, sin embargo, debido a la generalizada educación de las masas y a los numerosos medios de propaganda mundial, estas masas mismas están o bien pensando independientemente o están pensando como dirigidas por las mentes poderosas que se encuentran en todas partes y que están tratando de controlar los acontecimientos del mundo. De ahí la creciente dificultad del problema, igualmente difícil para los Señores del Camino de la Mano Izquierda como para la Gran Logia Blanca. Este es un punto que ustedes deberían considerar y descubrir las implicaciones.

La humanidad misma está rápidamente arribando al punto donde su voluntad unida será el factor determinante en los asuntos mundiales, y esto se deberá al desenvolvimiento de la mente gracias al éxito del proceso evolutivo. Justo aquí se harán muchos experimentos (y hoy se están haciendo) e inevitablemente tendrán lugar muchos errores.

El principal requisito por lo tanto en este momento es la rápida educación de la gente en el Plan y en la naturaleza de las fuerzas que están controlando la evolución y sus agentes directivos.

El hecho de la Jerarquía debe ser anunciado en términos certeros, despertando de este modo el interés público, la investigación pública y el reconocimiento público. Durante el proceso de hacerlo así, mucho se aprenderá del equilibrador grupo de iniciados y adeptos que trabajan totalmente con el aspecto material de la vida y en quienes (para este ciclo mundial mayor) el aspecto amor del alma queda totalmente sin desarrollar, mientras que la naturaleza mental se está expresando poderosamente. Si estudian lo que di antes acerca de ciertas expresiones superiores e inferiores de los rayos, verán cómo estos dos campos de esfuerzo —el de la Jerarquía, animada por el amor, y el del polo opuesto, la Logia Negra, trabajando enteramente por medio de la mente y la sustancia— están comprometidos y surgirá su estrecha relación. Se darán cuenta entonces que el margen de diferencia es muy escaso y se encuentra únicamente en intención, en el propósito subyacente y los objetivos concretos que este grupo de trabajadores materiales se han fijado a sí mismos.

El instrumento clave de la Logia Negra es el organizador poder de la mente y no la coherente influencia del amor, como ocurre con los Maestros de la Sabiduría. Sin embargo en el proceso natural de la evolución de la forma, estos trabajadores en el lado más oscuro de la vida tienen su función útil. Debido a que están trabajando predominantemente a través del principio mental, encontramos la susceptibilidad de las masas no entrenadas a esta imposición mental y la facilidad con la que ellas pueden ser regimentadas y estandarizadas. No tienen ningún poder para pensar con claridad por sí mismas y en consecuencia sus mentes son plásticas y receptivas a las poderosas fuerzas dirigidas por los dos grupos contribuyentes —los trabajadores espirituales del planeta y los trabajadores materiales.

Debido a que el grueso de los seres humanos todavía están enfocados materialmente, las fuerzas que trabajan en el lado de la materia encuentran una línea de menor resistencia que no está disponible para los Maestros de la Gran Logia Blanca. No obstante, este peligro se va reduciendo década tras década.

Extraído de “El Destino de las Naciones”, Alice Ann Bailey